Consejos de salud

¿Por qué debes lavar bien la ropa de segunda mano antes de usarla?

Adoptar moda vintage es cool y responsable, pero sólo si sabes evitar los riesgos invisibles para tu salud que puede esconder la ropa de segunda mano.
Hombre comprando ropa de segunda mano revisando prenda por prenda en una tienda.
La ropa de segunda mano es una compra inteligente para el bolsillo y el planeta, pero tiene sus riesgos.Getty Images; Edición: Arthur Pineau

La ropa de segunda mano tiene un aire nostálgico. Una camisa de los 70, un saco con los hombros marcados o jeans desgastados que cuentan historias que nunca conocerás. Comprar ropa en tiendas de segunda mano es una oda a la durabilidad, la moda atemporal y la creatividad para vestir. Pero en la euforia del descubrimiento de una prenda, a veces nos olvidamos que antes de usarlas, estas piezas fueron usadas por otros cuerpos, y con ellos, sus gérmenes.

Los riesgos de la ropa de segunda mano

Nuestra ropa es una extensión de nosotros mismos. Cada fibra recibe lo que expulsa nuestra piel y organismo, es decir, millones de bacterias, hongos y virus que componen nuestra microbiota cutánea. Este mundo microscópico perfectamente adaptado a nuestro cuerpo, puede ser peligroso cuando la ropa cambia de dueño.

Numerosos estudios han demostrado que la ropa de segunda mano puede tener patógenos como Staphylococcus aureus —responsable de infecciones cutáneas y sanguíneas—, hongos como Candida —causa frecuente de micosis—, parásitos como Sarcoptes scabiei, causante de la sarna, entre otros. En los mercados de ropa de segunda mano de Pakistán, por ejemplo, los análisis revelaron la presencia de bacterias y huevos de parásitos en muchas prendas sin lavar. En Teherán, otro estudio detectó contaminación parasitaria en el 2,7% de las prendas sin lavar, y no está muy alejado de lo que podemos encontrar en México.

El tejido que hay que evitar a toda costa es el poliéster, porque algunos microbios pueden sobrevivir hasta 200 días en condiciones de alta humedad. Ten cuidado con los productos que utilizas, revisa cómo usar el cloro, los suavizantes y detergentes correctamente. El riesgo de infección sigue siendo bajo para las personas sanas, pero para los que tienen el sistema inmunológico débil, las mujeres embarazadas o los niños pequeños, se deben extremar las precauciones.

Lavar es conservar

La ropa de segunda mano esconde muchos riesgos para tu salud.

Getty Images

Nunca subestimes el poder del agua caliente y jabón. Una temperatura de 60°C es ideal para eliminar las bacterias y virus que puedan haberse quedado en tus objetos vintage. Si tu lavadora no permite el lavado a alta temperatura, un desinfectante textil puede hacer maravillas. Asegúrate de separar estas prendas del resto de tu ropa cuando las laves por primera vez para evitar cualquier contaminación cruzada.

El secado también es importante. El calor de la secadora o un chorro de vapor de la plancha pueden acabar con cualquier intruso microscópico que se haya resistido. ¿Y los artículos delicados o que no se pueden lavar a máquina? Una limpieza profesional o un baño de agua caliente con un detergente antibacterial es la mejor solución.

Consejos para el lavado perfecto

  1. Prelavado manual: Sumerge la ropa en agua caliente con una generosa dosis de detergente antibacterial.
  2. Lavado a máquina: Si es posible, elige un programa a 60 °C con un detergente desinfectante; revisa antes cómo utilizar el detergente correctamente para no dañar tus prendas.
  3. Secado: Opta por la secadora o el secado al aire libre, un excelente desinfectante natural.
  4. Planchado: El vapor de la plancha elimina cualquier resto de microbios y proporciona un acabado perfecto.
  5. Cuidado con los tejidos delicados: Para las prendas delicadas elige la limpieza en seco o el lavado a baja temperatura con un detergente especial suave.

Más allá de la apariencia

Lava tu ropa de segunda mano antes de usarla; preferentemente a alta temperatura.

evgenyatamanenko via Getty Images

Llevar ropa de segunda mano forma parte de un movimiento de consumo responsable, pero conlleva sus propias responsabilidades. Cada pieza que agregas a tu clóset contiene un pedazo de historia; al limpiarla con cuidado estarás escribiendo la tuya, sin comprometer tu salud. Así que, antes de lucir con orgullo tu último hallazgo en una tienda de segunda mano, recuerda que el encanto de una prenda vintage no está sólo en su corte, color o material, sino también en la certeza de que no te hará ningún daño.

Artículo originalmente publicado por GQ Francia.